La madrugada del 29 marzo el Ateneu Popular de Sarrià (Barcelona) sufrió un nuevo ataque fascista. El local ya había sufrido otros ataques, que han ido en aumento desde el mes de Octubre, llegando esta vez a una situación extrema. El Ateneu ha sido incendiado dejándolo completamente inservible. La identidad de los atacantes está bien clara. Además de pintadas en las paredes del patio: esvásticas, cruces celticas y una pintada de ‘’Estáis muertos CDR’’. Por culpa de este ataque, también algunas vecinas que viven al lado del local han tenido que ser desalojadas.
No es un caso aislado. En el País Valencià también ayer aparecieron pintadas en la asociación cultural Ca Bassot de Burjassot. Y hace unos 20 días el Ateneu Popular la Màquia de Gavà también fue atacado por grupos fascistas. Después de ataques relativamente menores y continuados, como en Sarrià, intentaron prender fuego al local cuando había gente dentro. Por suerte las activistas reaccionaron a tiempo y nadie resultó herido. El acoso fascista contra este tipo de espacios no es casualidad, ya que se tratan de apoyos importantes para los movimientos sociales, para la construcción de alternativas al sistema y para la politización y formación de las jóvenes que como nosotras se levantan contra las opresiones y la explotación.
Hace meses que vemos como el fascismo campa con total impunidad: palizas, amenazas, agresiones que acaban siempre de la misma forma con los grupúsculos nazis y fascistas absueltos. Como los que acosaron a los 400 cargos púbicos en Zaragoza en el mes de octubre, los ataques racistas, homofobos y xenófobos, así como las iniciativas populares en barrios, centros de trabajo y universidades. Esta impunidad es el impulso que los fascistas necesitan para aumentar su actividad de odio racista, homófobo y machista contra las de abajo. El impulso y la provocación promovida desde gran parte de los medios de comunicación no hacen sino blanquear y minimizar el fascismo rampante que se extiende poco a poco por nuestras calles. Animado y legitimado desde el propio estado, las instituciones y los partidos políticos que las impulsan. Quienes criminalizan la ocupación de viviendas vacías en propiedad de los bancos rescatados mientras familias desahuciadas y obligadas a vivir en las calles.
Des de Abrir Brecha queremos mostrar todo nuestro apoyo al Ateneu Popular de Sarrià y a todos los espacios liberados y autogestionados que día a día nos acercan al nuevo mundo que llevamos en nuestros corazones gracias al trabajo de activistas anónimas. De la misma forma queremos denunciar al fascismo y reiterar la importancia de organizarse en los barrios, facultades e institutos para expulsarlos de todos los espacios y no dejar ni un palmo libre a su discurso y prácticas de odio. Para construir así barrios y ciudades donde la diversidad y la solidaridad sean nuestra identidad.
Desde Abrir Brecha seguiremos trabajando por construir antifascismo para todas. No hay sitio en nuestras calles para el fascismo.