Comunicado: #15MClimático, Huelga Global por el Clima

¡Hace falta una acción climática real ya!

La situación es grave, y los tiempos son escasos. El cambio climático supone uno de los primeros síntomas de la sobrelimitación ecológica al que el sistema capitalista y productivista ha condenado a nuestras sociedades. Un modelo de crecimiento continuo para asegurar los beneficios de las élites económicas obliga a una dinámica depredadora del planeta: consumo irracional de recursos y vertido inasumible de resíduos.

Unas sociedades industriales frágilmente dependientes de los combustibles fósiles han supuesto la emisión de millones de toneladas de emisiones que se acumulan en la atmósfera. Ni las responsabilidades ni las consecuencias se reparten equivalentemente. Los países enriquecidos llevan décadas desarrollando, e imponiendo, unas reglas del juego que chocan frontalmente contra los límites físicos y ecológicos de nuestro planeta. El 10% más rico de la población mundial es responsable del 49% de las emisiones de CO2. De esta forma, los esfuerzos deben responder a esta desigualdad y los países más contaminantes deben reducir profundamente su huella ecológica. Además, para esto se debe realizar una redistribución de la riqueza que reduzca las desigualdades producidas por el neoliberalismo en perjuicio del sur global. Se trata de un conflicto con un fuerte componente de género, clase y raza. Seremos las clases populares y las mujeres quienes experimenten los peores efectos de esta situación, mientras ya se están desarrollando las primeras migraciones climáticas.

Los últimos informes del IPCC revelan que para evitar las peores consecuencias del cambio climático se deben reducir en un 58% las emisiones para 2030 con respecto a las registradas en 2010. La Ley de Cambio Climático propuesta por el Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno de España se queda muy lejos de estos objetivos, así que es totalmente insuficiente. Este viernes las jóvenes y estudiantes salimos a las calles contra esta inacción que nos condena a un futuro incierto.

Exigimos acción climática que aborde el problema de raíz. No tenemos miedo en cuestionar el sistema económico que nos oprime y contamina nuestro planeta. Las falsas soluciones centradas en el consumo no son suficientes. Necesitamos una contracción energética de emergencia, y necesitamos abandonar los combustibles fósiles, responsables de la gran mayoría de estas emisiones. Las movilizaciones estudiantiles a nivel internacional comienzan a señalar el camino, por eso debemos impulsarlas y reforzarlas. Sólo mediante una movilización fuerte desde la base seremos capaces de forzar los cambios necesarios para un cambio de rumbo real.

La forma que tomen estas reivindicaciones será diversa, y estamos ante un conflicto de largo recorrido. Desde la desobediencia civil a las huelgas estudiantiles, estaremos en las calles luchando por nuestro futuro. Solo el pueblo salva al pueblo, y somos las jóvenes las que vamos a evitar que nos ahoguen entre gases, basuras y olas de calor.

Este 15 de marzo, nos vemos en la huelga global por el clima. Este 15 de marzo empieza la contraofensiva por la emergencia climática.